Real Madrid 1 - Atlético de Madrid 2
¡QUE PASADA!
Llegábamos a la final de la Copa del Rey para enfrentarnos al Madrid (tras 14 años sin ganarles), y ¿cual era el escenario?, el Bernabeu.
Sin duda, era el momento, el rival y el lugar más oportunos para conseguir el triunfo. La afición atlética empujó, parecía que jugábamos en el Calderón; el entrenador atlético motivó, emocionante charla en el vestuario; y el equipo atlético se entregó, todos vimos la lucha en el campo. Pero lo que finalmente decantó la balanza a nuestro favor, fue sin duda, la actitud.
En el campo se enfrentaron dos equipos dirigidos por sus entrenadores y todos ellos se retrataron; cada uno como lo que realmente es. Veinticuatro personas al desnudo en una final que estaba viendo toda España, y nos mostraron su verdadera cara.
De un lado un equipo entregado, con su afición apoyándolo con la fe del que siempre anima aunque no siempre se consigan los resultados. De otro lado, un equipo que se considera superior, con una afición que se considera superior y con un entrenador que se considera superior. Y al final, la actitud de cada equipo, la actitud de cada entrenador, la actitud de cada afición y la actitud de cada jugador llevó al resultado final.
Como no podía ser de otra manera, empezamos sufriendo y encajamos un gol, pero antes del descanso en gran jugada de Falcao y remate final de Diego Costa, logramos empatar. Durante la segunda parte, ocasiones de los dos equipos, juego rudo, y el entrenador del Madrid se retrata; Mourinho protesta de forma airada, reiterada y despreciativa: expulsado.
Llegamos a la prórroga y nos sentimos fuertes, la fe nos hace creer que esto no se nos puede escapar. Y con el gol de Miranda llega el delirio; Futre, que comenta el partido para la televisión, no puede evitar gritar el gol en la retransmisión. Ese grito que le sale del alma, es el grito de todos los atléticos que vemos como por fín se acerca el momento de romper una larga racha. Él fue quien marcó el gol de la victoria en la última final que nos enfrentó al Madrid en este mismo escenario en 1992.
Los jugadores del Madrid incapaces de parar esta avalancha se retratan; Ronaldo agrede a Gabi con una patada en la cara (ya había hecho méritos para estar fuera del campo por otra agresión a Juanfran): expulsado.
Sin embargo, el partido continua y como es acostumbrado en nuestros triunfos, no puede ser tranquilo. Aparece Courtois en varias ocasiones claras del rival, y nos salva de la tanda de penaltis. En este partido todos los jugadores atléticos han estado a la altura, pero merecen mención especial, Gabi, Diego Costa y Courtois.
El árbitro pita el final del encuentro y gritamos aliviados: SOMOS CAMPEONES.
Es el final de una larga mala racha, final aderezado con una copa ganada a quién más nos gusta ganar.
Y todo ello, conseguido solo gracias a la ACTITUD DEL ATLÉTICO DE MADRID, del equipo, de su entrenador y de su afición.
Inolvidable para los afortunados miembros de la peña que pudieron ver el partido en directo. Inolvidable.
Podeis ver fotos en el album. Si alguien quiere compartir alguna más que la envíe al correo de la peña.
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