lunes, 17 de septiembre de 2012

Y por fín, sufrimos

    Atlético de Madrid 4 - Rayo Vallecano 3

    Domingo, 16 de septiembre, 21:30, último día recolgón del Cristo; cuerpos rateaos, algunos más jartos que otros; pero los incondicionales, como siempre, al pié del cañón. Efectivamente, nos juntamos algunos menos que otras veces, pero los goles los cantamos igual de alto.
    Empezamos como de costumbre, metidos en el área rival y apretando. En el primer tiempo llega el primer gol, obra de Mario Suárez. Algunos dicen que fue el gran pase de Arda, otros que el remate Mario no era tan fácil, otros que los defensas del Rayo le dejaron solo; sin embargo, lo realmente determinante para que el tanto subiese el marcador fue que Manolo (Lechuguino) se saliese a fumar un cigarro. A nadie le cabe duda, no falla.
    Comienza la segunda parte y vuelve el Atleti de los últimos partidos, 2, 3 y 4. Es el tercer partido consecutivo que marcamos cuatro goles. ¿Alguien recuerda racha igual? Los marcan, Koke, Arda y Falcao de penalty. Vengan festejos, vengan choques de mano, vengan fotos por el whatsapp. Otra noche que toca disfrutar.
    Pero no señores, el Rayo que parecía que no estaba en el partido, mete uno, mete dos (Delibasic se ríe porque no se lo cree), y mete tres. En 7 minutos nos han colado tres goles: vuelve el Atleti capaz de lo peor. Es increible lo que puede cambiar un equipo; cuando estabamos hablando de que la actitud del equipo es ganadora, ambiciosa, que no se conforma, pescan los tíos y bajan los brazos: no corren, no piden la pelota, no participan; irreconocibles. Y menos mal que los del Rayo no se lo acabaron de creer que si no... Lo que no soltaría por la boquita el Cholo en el vestuario al terminar el partido; seguro que no se paró en llamarles "boludos" y "pelotudos", "como os agarre por los coj... vais a volver a dejaros meter tres goles de esa manera, so güevones". Eso sí, para los medios, él es el responsable, pero la bronca seguro que se la tragaron con patatas.
    Bueno, al final sirvió para que los más peques de la peña supiesen lo que es sufrir; que a esto hay que acostumbrarse desde pequeño. Y en cualquier caso, tres puntos más, quintos en liga y con un partido menos. No nos podemos quejar de este comienzo liguero.
    El próximo partido, con el Hapoel de Tel Aviv, a las 19'00. Nos vemos en el Pipi.

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